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Biografía

2010. Llegó diciembre y el verano secó la ausencia de rock y ensayos que habitaba en Sam y Dani. El otoño no pasó desapercibido y con el vacío de Sin Kontrol, se juntaban todas esas hojas caducas que se amontonan para cubrirnos en el frío invierno. Y en ese frío, con la necesidad de la calor del rock and roll y de continuar avanzando, llegó Edgar (Pipa).

 

Sam conocía a Edgar por el futbol y borracheras, cosa que ayudó a tomar la decisión de proponerle tocar con la banda. En ésas, un 30 de diciembre se quedó en un bar de Breda, junto a con Pau, el cual se iba a encargar de los teclados. La banda estaba formada, dos guitarras, dos voces, un bajo y un teclado; pero faltaba el tractor que engranase todas las piezas para pasar de gatear a caminar.

 

Tras prácticamente un año de ensayos, Pau decide abandonar el grupo y nos surge un concierto en el pueblo de al lado, el cual aceptamos sin dudar. En esta ocasión hicimos gran honor al nombre de la banda, pues quedaban dos semanas y con un repertorio de 10 canciones -con canciones propias como noches en vela, mi vida, cartas del ayer o viernes por la tarde- urgía un batería.

 

Ese fin de semana eran las fiestas del pueblo, y hablando con gente de grupos locales nos comentan que Saul -vecino de Sam y Dani muchos años y colega de toda la vida- se había quedado sin grupo. Hablar, ensayar y tocar. Tras ese concierto le comentamos al chavalín de 17 años si quería apuntarse al ruedo sin dudar, a lo que contestó al mismo son. LOS A DESTIEMPO ROCK ESTABAN EN MARCHA.

 

Tras un tiempo de ensayos y composición, en la primavera de 2011 empezamos con un conjunto de 20 conciertos a lo largo de ese año para darnos a conocer, la mayoría sin equipos de voces decentes o salas con una acústica para no dormir, pero con todos esos conciertos nos quitamos las ruedecitas y empezamos a caminar.

 

En invierno de 2012 decidimos ir a grabar nuestro primer CD Punto de Partida, con un total de 6 canciones junto una pista en directo grabada en la fira de la música de Sant Celoni. En los siguientes años los conciertos frecuentaron mucho menos; nuestra exigencia material antes de tocar era mayor y deseábamos poder disponer de, como mínimo, un equipo de voces para poder disfrutar y hacer disfrutar a los oyentes. No obstante, el camino del rock y de la música en directo cada vez es más arduo, pero reconforta las experiencias vividas por el camino.

 

Desde nuestro punto de partida hemos conocido a muchas bandas y hemos recorrido grandes lugares como Luzás, Le Palme, Barcelona, Terrassa, Lloret de Mar,...; todos ellos con grandes y magníficas experiencias.

 

Lo más bonito de todo este jodido camino, son las personas con las que llegas a formar una familia más allá de la familia de sangre y la musical. Pero estos caminos no son solo jodidos por las tormentas institucionales y el (no) apoyo de la bonanza cultural, sino también por las piedras que se encuentran en él y las despedidas.

 

En setiembre de 2017, Saul decide poner punto y final a su trayectoria en A Destiempo Rock, debido a la falta de conciertos y a sus inicios en nuevos proyectos como Metalfetamina y Dullboozer. Él mismo nos encontró al nuevo batería: Elies, el cual ya está dentro de la familia y dándole duro para los próximos bolos. Con Saulín nos vemos a menudo, pero no está de más volver a decirte que siempre serás un A Destiempo Rock, un miembro de nuestra familia.

 

Así pues, con la marcha de Saul decidimos grabar Las Piedras del Camino, el último CD de éste en las baterías haciendo así un pequeño homenaje al pequeñín del grupo.

 

Y con éste en proyecto nos adentramos en el bonito y duro bosque de la grabación de nuestro segundo trabajo de 12 canciones, aunque con otra piedra en el camino en forma de despedida, la de Dani.

 

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Así pues, en medio de toda esta tormenta, seguimos caminando por los arduos caminos del rock, en el cual se nos unió Adrià Romo en la guitarra, cerrando así los cambios en la banda y consolidándonos un poquito más después de tantas piedras en el camino.  Y con todos estos nuevos aires, navegamos más vivos que nunca, con piedras del camino a punto de salir (5 de julio de 2019) y con conciertos y nuevos proyectos ambiciosos en camino. 

En septiembre empezamos gira compartiendo escenario con Los Benito y La Clave y a la semana nos fuimos a Iruña a un concierto benéfico para conseguir dinero para la investigación del cáncer infantil. Allí coincidimos con Chica Sobresalto, Risky Bet y 100to8. Todo iba sobre ruedas, en noviembre tocamos en la Sala Mariscal, mítica sala de Catalunya en la que si o sí debes tocar si eres una banda del mundillo urbano. 

Cargamos pilas unos meses, preparando algún que otro tema nuevo para ir preparando el terreno al nuevo álbum, empezando a cerrar unos 10 conciertos para presentar nuestro trabajo... pero el mundo se paralizó, y nosotros con él. La pandemia ha sido muy polarizante en cuanto al mundo artístico se refiere: o de golpe y porrazo despuntas y te haces conocido o caes en la trampa del olvido.

El rock en sí ya estaba herido antes de la pandemia, pero ésta acabo por dar una fuerte estocada a esas bandas que aún no tenían el suficiente renombre para aguantar el golpe. Pero no nos faltó actitud. Seguimos hacia adelante como pudimos, pero, como casi siempre, sin apoyo.

Nosotros no llegamos  nunca a tener un beneficio para vivir de la música, tampoco lo buscábamos. Quien nos conozca sabrá que hemos tocado gratis muchas veces, nos hemos desplazado lejos sin ver ni un duro, hemos regalado y donado merchan para beneficios de terceros y, sin duda, lo volveríamos a hacer. Esto, junto con la llegada del covid, hizo que tomáramos la decisión de separar la banda. Pipa se fue a vivir a Iruña y los demás quedamos en Breda, buscándonos la vida como podíamos, así que, aunque no fuese por ganas, decidimos dar un descanso a la banda para reconstruir nuestras vidas, un descanso que al final decidimos que fuese indeterminado.

Así pues, el 30 de diciembre de 2022, A Destiempo Rock se despide de los escenarios desde casa, con la promesa de que en los próximos años, tendréis a vuestra disposición esas canciones que os hicieron vibrar en algún momento y que, como a nosotras, queremos que nos acompañen en algún momento de nuestra futura vida.

Aunque la tierra nos sea leve, ya sabéis donde encontrarnos  ¡¡Nos bebemos en los bares!!

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